Géneros, programas y formatos radiofónicos.

Cuando hablamos y dialogamos en el mundo radial lo que significa: formato, género y programa, es inevitable encontrar una serie de discusiones de diferentes corrientes y calibres respecto al real significado de estos términos sencillos, pero a la vez tan importantes para el mundo de la radio en general. Tres términos que constituyen la base fundamental de lo que significa hacer radio en sus diversas formas, a lo largo y ancho de la expansión de este medio.

Existen diferentes versiones que tratan de definir o acercarse lo mayor posible a elucidar y poner fin a la discusión de lo que por ejemplo significa un formato radial. Tengamos entendido que diversos autores coinciden en que el formato, es una secuencia o pauta estructurada de la forma a desarrollar los contenidos dentro de la radio. Es decir, el formato, es de algún modo el molde donde se colocan los contenidos para emitirlos al aire, ya sea en vivo o en programas prefabricados. De igual forma se ha tratado de definir lo que significa o pretende clasificar a los contenidos en géneros, que valga la redundancia, separa, selecciona y agrupa los diversos temas que se emiten en las programaciones, es decir, el género radiofónico es como un casillero donde se ordena, clasifica, y guardan los contenidos en general. Hablamos de el género musical, que es uno de los más famosos, o el género periodístico, o el género de entretenimiento, llegando a la conclusión que el género es el agrupamiento de los temas de acuerdo a su fondo y forma, que luego se incluyen dentro del formato. He aquí una contradicción importante, puesto que se ha confundido muchas veces estos 2 términos esenciales. Tengamos en claro, que de acuerdo a todos los estudios e investigación, formato es a estructura, tanto del programa o de la parrilla programática general, como género es a la clasificación de los contenidos que se estructurarán después.

Ambas, están incluidas en un desarrollo fundamental y esencial para la consecución de los espacios radiales, y para eso se necesita de los programas. Pieza irremplazable dentro del desarrollo del medio radial, que constituyen el corazón o la columna vertebral de la existencia de los formatos y géneros. Los programas, parten de la planificación y la combinación formato-género, cuyo fin es plasmarlos dentro de estos, dirigiéndose  a diversos tipos de público, con diferentes temas, coyunturas y toda la variabilidad de opciones que pueda presentarse en una sociedad.

Es común, confundir lo que significa un programa, pues a criterio de la gran mayoría, es simplemente, colocar un enlatado, o lanzar al aire y locutar lo que se venga en mente; pero para aquellas personas que viven en el mundo de la radio, el programa radiofónico es algo más que eso, es la expresión del esfuerzo de clasificar contenidos, conseguirlos, estructurarlos, etc. Donde su propia característica de maniobrabilidad le otorga ese protagonismo para combinar todos los elementos disponibles dentro de la radio. No es lo mismo, conducir un programa o ejecutarlo, que clasificar géneros, o estructurar en formatos. Programa radial es el fin de la radio como medio técnico abocado a la sociedad.

Por otro lado, es común precisar, que las radio novelas, novelitas, novelones, noticieros, testimonios, entrevistas, reportajes, y más clasificaciones diversas que se les ha ido dando a estos 3 términos, en la praxis, resulta siendo una mera guía, que sirve para tener una idea de cómo se va trabajando los contenidos, pero es más importante que cada radialista, obtenga un criterio propio, donde con mucha creatividad se puedan combinar estos 3 elementos con verdadero éxito, y más aún, si se les aboca al desarrollo de una sociedad, como la peruana, urgida de contenidos diáfanos, consistentes y que otorguen algo más de lo que se ofrece ahora. La importancia de definir estos 3 términos, radica en conclusión en darles el mayor uso posible, estudiarlos, explotarlos, combinarlos, desarrollarlos; porque la radio es una extensión de nuestros sentidos, y sus contenidos, en consecuencia deben cuidarlos. Es tarea de los radialistas y apasionados al mundo de las ondas sonoras, crear estos espacios para la innovación y búsqueda de nuevas alternativas.