martes, 24 de abril de 2012

Palabras y sonidos en el éter. Escribir con sonidos.


GLOSARIO

Horda
Una horda (también orda, Ordu, ordo, Ordon) era una estructura socio-política y militar que se encuentra en la estepa euroasiática, por lo general asociados con los mongoles. Esta entidad puede ser vista como equivalente regional de un clan o una tribu. Algunas hordas de éxito dieron lugar a kanatos.
Mientras que el término eslavo, ordo, y el occidental, horda, eran en su origen un préstamo de la palabra mongola ordo para ‘campamento’, ‘cuartel general’; el término original no llevaba el significado de kanatos grandes, tales como la Horda de Oro. Estas estructuras se refieren contemporáneamente como Ulus (‘nación’ o ‘tribu’). No fue sino hasta la Baja Edad Media que el uso de la orda eslava fue tomado de nuevo en las lenguas turcas.
También se usa el término para designar a un tipo de organización humana, propia del paleolítico; agrupaciones que nacieron por la necesidad de protegerse unos a otros. El concepto de horda usado en este sentido consiste en una categoría perteneciente a la antropología del siglo XIX que en la actualidad es generalmente rechazada en favor de la categoría: banda de cazadores-recolectores.
Generalmente eran conformados de 20 a 40 personas, las cuales eran dirigidas por el más fuerte. Al principio las hordas eran promiscuas y no tenían en cuenta las relaciones con personas de su misma sangre, esto condujo a dificultades y que se desintegraran, por lo que los líderes establecieron prohibiciones con el fin de mejorar las relaciones.

Tiránico: Que abusa de su fuerza y su poder.

Pavana: se aplica también a la música que acompaña a la danza, comparable con la más vivaz gallarda. La música de la Pavana sobrevivió cientos de años después que la danza en sí misma fuese abandonada, por ejemplo en la forma de tombeau.




Palabras y sonidos en el éter. Escribir con sonidos.

La radio y su sonoridad alcanza y toca a millones de oídos, cerebros e imaginaciones, informa con gran espontaneidad sin embargo comunican con puntualidad.

El alemán Rudolf Arnheim, sostiene: “La radio no ha de considerarse como un simple aparato transmisor, sino como un medio para crear, según sus propias leyes, un mundo acústico real”

Hacer radio pasa de ser una simple forma de comunicar, para ser una compleja forma de hacer sentir, emocionar, vibrar, impactar al oyente. El oído siente y precisamente para hacer radio o informar a través de ella debemos sentir las emociones que se encuentran en nuestro alrededor.

Oír para sentir y dejarse seducir, permitir que la magia que engloba este sentido conlleve a imaginar árboles rosas, pétalos lilas y cielos grises con chispas negras.
Para Diego Alfredo Manrique (periodista en radio) ,” estamos saturados de experiencias más que de simples contenidos”; experiencias que deben ser narrados  y sentidos, seduciendo a los oyentes.

La radio, escribió McLuhan,es un medio eminentemente visual. Esto es posible porque los humanos no tenemos dos ojos. Tenemos tres. El oído también ve. O mejor expresado, el oído hace ver al ojo interior, a ése que llamamos imaginación. Los ojos de la cara pueden estar cerrados. El tercero, el de la mente, sigue bien abierto y espera que los demás sentidos, especialmente el oído, lo estimulen.


Cuando leemos noticias en medios impresos, si bien nos informamos de forma ordenada y sistemática de los acontecimientos, esta información llega a nosotros luego de haber sido procesada y no deja sentir las emociones que trae consigo. Diferencia sustancial con la información en radio, que logra recrear los efectos sonoros del lugar de los hechos, que nos deja sentir el ruido de las manifestaciones y nos narra con tan solo oír el sonidos ambiental las características del lugar en el que vienen ocurriendo un hecho noticioso. No lleva consigo papel y lápiz el reportero encargado de dar una noticia, ordena mentalmente los hechos según importancia y en cuestión de segundos, al aire libre y con una realidad palpablemente sensible, convirtiendo lo que encuentra por su paso a los elementos y materiales de su estudio al aire libre; narra las noticias y transporta a los oyentes a vivir el hecho.

La interacción entre el periodista y el oyente se encuentra a flor de piel, las llamadas al aire con interrogantes que ahondan en la investigación o las preguntas del periodista en cabina quien hace las veces de oyente también y pregunta sobre lo que su público tiene interés.

No se trata de ir por el mundo intentando capturar todo el sonido a su paso, ni de reflejar el mundo tal y como los sonidos lo pintan. Existe una visión más estructurada pero menos rigurosa, que informa puntualmente pero deja a libertad la imaginación y percepción de lo que se narra e intenta hacer sentir.

El oyente, escucha y a partir de allí construye imágenes corporales ayudadas de la imaginación, configurando los sonidos en imágenes. La personalidad de la radio, es la más aguda de todos los medios de comunicación, correspondiente al oído, sentido que nos conduce a dejar de ver y palpar para percibir mentalmente, interiorizando sonidos, palabras, resonando como un duendecillo dentro de nosotros mismos y dejando huellas en nuestro subconsciente.


Sin embargo, no todo el que escucha, oye. Existe la escucha pasiva y la activa, la segunda a diferencia de la otra, presta atención, dispone de concentración e interés por comprender lo que dice, marcado por disposiciones afectivas. Es decir la escucha pasiva suele ir acompañada de complicidad, compañerismo y empatía de parte del locutor hacia los oyentes. Es más fácil lograr la escucha activa cuando existe esta disposición y lazos entre el emisor y receptor, logrando multiplicar el llamado de atención de los públicos al comentar sobre experiencias personales o culturalmente sociales que son de interés común, por ejemplo.
La estructura dramática en radio, NO consiste en la intervención radial de comunicadores que vociferen los mensajes, ni de palabras improvisadas con contenidos nulos o escasos. Consiste en intervenir amena y activamente en diálogos bidireccionales, en las que el oyente sea parte verdadera del proceso comunicativo, logrando que este ingrese a este entorno gracias al tono coloquial y a las palabras empleadas para describir o referirse a determinada situación, dar la bienvenida, despedir o narra una historia; acompañada de efectos musicales sonoros que ayuden el desliz de ideas y percepciones imaginarias. Jesús Martín Barbero Hay en el elitismo una secreta tendencia a identificar lo bueno con lo serio y lo literariamente valioso con lo emocionalmente frío, en radio lo afectivo, es lo afectivo”.
El arte con el que se hace radio, involucra al público e influye en la aceptación de este último con el medio radial; por lo que es imprescindible conocer no solo las necesidades y gustos del público, sino también analizar las formas de llegar a ellos haciendo radio para emocionar.


COMO PRODUCIR UN PROGRAMA DE RADIO: http://redalyc.uaemex.mx/pdf/440/44030211.pdf
LA RADIO NO ES SOLO PARA PONER BUENOS DISCOS, SINO PARA COMUNICAR EMOCIONES: http://elpais.com/diario/2000/10/22/andalucia/972166947_850215.html

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